La población penal en Yaracuy está siendo atendida por funcionarios del Inces, encargados de brindar talleres educativos a los privados de libertad para poder ser reinsertados a la sociedad.
Esto se está haciendo bajo el programa Luisa Cáceres de Arismendi del Inces, por medio del cual ofrecen a los presos la oportunidad de aprender sobre plomería, albañilería, barbería, peluquería, confección, repostería, entre otros oficios.
Luis Travieso, quien está a cargo del referido programa en la región, explicó que actualmente se encuentran formando a grupos de privados de libertad en la estación policial de La Morita, municipio Cocorote, en donde se encuentran presos funcionarios de los diversos organismos policiales.Estos están recibiendo un taller de construcción y se han mostrado interesados en aprender el oficio, razón por la que el instructor está ofreciendo todo el conocimiento para el beneficio de los privados.
De igual forma mantienen una facilitadora en el Centro de Coordinación Policial Guama, sitio de reclusión preventiva de mujeres.
En el lugar atiende a 15 mujeres que aprenden sobre confección y belleza: colocación de pestañas, maquillaje, elaboración de clinejas, entre otros.
El representante del programa que adelanta el Inces no especificó las horas de formación que reciben los privados de libertad, pero sí precisó que los talleres son constantes en los diferentes centros de detención preventiva y que la intención es que los reos puedan aprender un oficio que aplique al ser reinsertados a la sociedad.
También se supo que en el Inces atienden a los adolescentes que gozan de un beneficio procesal penal y que por medio del tribunal son integrados al programa socieducativo llamado “Escuela para Padres”.
Este consiste en formar a los jovencitos con la realización de cursos y los mismos son en compañía de sus papás o representantes legales. Todos son evaluados por el abogado titular de la sesión adolescente de la Circunscripción Judicial Yaracuy.
Ahora hay un grupo de menores que aprenden sobre plomería y las clases las reciben en la sede del Inces en San Felipe.