Gabriel Boric, presidente de Chile, publicó este jueves #25julio se pronunció en respaldo a las recientes declaraciones del presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y del exmandatario de Argentina Alberto Fernández, quienes rechazaron las declaraciones de Nicolás Maduro sobre un posible «baño de sangre» en Venezuela, si la oposición gana las elecciones de este domingo.
“Coincidimos plenamente con el presidente Lula y con Alberto, en que somos profundamente democráticos. Por lo tanto, concuerdo y respaldo las declaraciones de Lula de que acá no se puede amenazar desde ningún punto de vista con baños de sangre, sino que lo que reciben los mandatarios y los candidatos son baños de votos, y esos baños de votos representan la soberanía popular, que debe ser respetada a todo evento y en eso con el presidente de Brasil estamos totalmente en la misma línea”.
Boric hizo la afirmación en un encuentro con un grupo de corresponsales extranjeros en Santiago, capital chilena, reseñó El País de España.
El Mandatario dijo que los comicios del 28 de julio son un «acontecimiento decisivo» para Venezuela, por lo que debe velarse por el irrestricto respeto a los resultados.
En el encuentro con periodistas extranjeros, Boric instó al oficialismo y al Consejo Nacional Electoral (CNE) a garantizar el normal desarrollo del proceso electoral, asegurando garantías para la oposición y respeto por los resultados debidamente acreditados.
«Hago un llamado al Gobierno y al poder electoral venezolano a garantizar el normal desarrollo del proceso electoral, con garantías para la oposición y con un irrestricto respeto a los resultados debidamente acreditados que representarán la voluntad del pueblo. Todo esto por el bien de Venezuela y de toda América Latina», señaló el mensaje compartido por Boric en su cuenta de X (@GabrielBoric).
La afirmación la efectuó luego de un encuentro con corresponsales extranjeros junto al canciller Alberto Klaveren, en el cual abordaron «la relevancia internacional que tienen las elecciones presidenciales del 28 de julio próximo en Venezuela, como un acontecimiento decisivo para que este país pueda superar la severa crisis económica, política y social que ha vivido en estos últimos años».