Luis Emiro Tesorero
Sin entrar en un detallado análisis de los aspectos que permiten identificar a los verdaderos ateos, se dice que estos pueden ser divididos en seis grupos:
Buscadores: el punto de partida de su pensamiento es la incertidumbre, y por eso tienen dudas, por tanto, carecen de certeza, respecto a la existencia de Dios y de que haya vida después de la muerte, por esa razón tienen la mente abierta a la trascendencia. Pueden llegar incluso a reconocer la existencia de vidas anteriores basados en los límites del conocimiento y la experiencia de los seres humanos. Abrazan la incertidumbre como punto de partida.
Ritualistas: no creen, aun así, siguen las tradiciones y el dogma de alguna congregación religiosa y, por ello, cumplen con sus rituales y tradiciones religiosas.
Neutros o no teístas: en su cosmovisión la religión existe o carecen de sentido, más aún se declaran que no son ateos y que tampoco son agnósticos. Y no es que se opongan, es solo que para ellos la religión es una ficción, un cuento de hadas que no merecen ni su tiempo ni su atención.
Intelectuales: no solo declaran su posición sobre el tema, también hacen uso de argumentos en contrario que parten de sus estudios sobre las religiones y antireligiones. Son capaces de debatir sobre el tema sin mostrar ninguna pasión, calor e ímpetu, y aun están comprometidos con la valides y defensa de sus argumentos.
Activistas: hacen proselitismo de su forma de pensar, porque sinceramente piensan que la sociedad humana estaría mejor sin las ideas religiosas de cualquier tipo, a las que culpan de todos los males que plagan al planeta Tierra y que consideran drogas para la dominación de las masas.
Antiteístas beligerantes: son la parte más activa de la forma de pensamiento anterior, pues este grupo no solo expresa su oposición al pensamiento religioso, las religiones y a las personas que detentan algún poder en esta parte de la sociedad, sea con sinceridad o por conveniencia, sino que declaran que estas ideas y personas son un mal que debe ser abordado con agresividad y desarrollando acciones para desenmascarar a los falsos o aprovechadores, que en su ámbito de pensamiento son todos. Algunos pensadores los denominan teófobos.
Estos seis grupos son establecidos por los doctores de la Universidad de Tennessee Christopher Silver y Thomas Coleman, después de entrevistar a solo 59 personas, lo que no parece una muestra representativa y, por tanto, es un estudio que es de temerse como insuficiente.
Lo importante de esa tesis es el avance en un tema del que poco se habla a ambos lado de la valla, pues unos no quieren discutir y otros no tienen interés en hacerlo, lo que abandona el fondo en manos de los radicales en ambos bandos, y por desgracia también deja a los falsos profetas, mayorales, rabadanes y ovejeros, psicópatas narcisistas, que encuentran en las religiones, cultos, sectas y devociones a los ignorantes, indoctos, mansos y gentiles que, como el trigo dorado, están listos para ser cosechados, y los diezman sin piedad para su satisfacción personal.