El “papá – abuelo” es una identidad que creció con fuerza en el país a raíz de la diáspora, y es que muchos padres han estado asumiendo la responsabilidad y crianza de sus nietos mientras sus hijos están en el exterior trabajando por un futuro mejor.
Esta es una realidad que ha ocurrido en decenas de familias que se han separado en los últimos años, debido a la profunda crisis económica y social que vive el país; entes multilaterales estiman que cerca de siete millones de venezolanos han salido de Venezuela en el último lustro.
Sin embargo, este rol de papá – abuelo se ha convertido en una muestra tangible del amor, cariño, afecto y empatía. Actualmente, hay muchos abuelos que cumplen con esa figura paterna y están ahí cuando los niños salen de la escuela, tienen alguna reunión escolar, en su práctica de fútbol o cuando, simplemente, necesitan ese abrazo por las noches.
Este domingo #16Junio se celebra el Día del Padre, es por ello que les traemos las historias de unos abuelos yaracuyanos, quienes actualmente están desempeñando el papel de padres, no solo para aportar al crecimiento de sus nietos, sino también como una forma de ayudar a sus hijos.
Uno de ellos es Hilario Arias, quien agradece a Dios por sus seis hijos y ocho nietos. De este lote, el simpático y travieso Mateo es quien está bajo su responsabilidad y la de su esposa Elena, ya que la mamá del pequeño tuvo que emigrar a Perú. Con evidente alegría y orgullo, cuenta que sus nietos son sus segundos hijos, y cuidarlos es todo un regocijo y satisfacción. Detalló que en el caso de Mateo, quien es el que vive con ellos, lo debe atender a diario, “lo baño, busco en el preescolar y jugamos beisbol”, dijo el señor Arias, quien dejó claro que todo esto lo hace sin restarle responsabilidad a los padres.
Hilario Arias
Una historia similar nos contó Jorge Luis Navas, quien desde hace varios años tiene la responsabilidad de tres de sus siete nietos: Santiago, Elisa y Luis Gerardo.
“Nos hemos esforzado en criarlos debido a que mi hija está en el extranjero, y los tenemos desde pequeños”, dijo Arias, quien destacó que toda esa labor la ha realizado junto a su esposa Yamileth Silva.
El señor Jorge describe esta experiencia como bonita y satisfactoria, pues está convencido que, junto a su esposa, están haciendo un gran trabajo para convertirlos en hombres y mujeres de bien, unos profesionales que puedan cumplir cada uno sus sueños.
“Me siento orgulloso, para mí son como mis hijos”, dijo Arias, quien instó a familias que están en una situación similar a materializar el dicho “haga el bien sin mirar a quién”.