Varias pasarelas del área metropolitana “dan miedo”, debido a su avanzado estado de deterioro, es por ello que usuarios hicieron un llamado a las autoridades para que las reparen e insten a la ciudadanía a usarlas.
La que está a la altura de San Antonio, municipio San Felipe, tiene su base corroída, incluso, en varias partes tiene huecos. La baranda está floja, con solo poner la mano se mueve. Dicha estructura es un eminente peligro para la población.
Algo similar, pero en menor escala, ocurre con la que está en Marín, allí varios peatones sostienen que requiere de una pronta rehabilitación para evitar daños mayores.
Esta situación se repite en el municipio Independencia, la que está en San José no se encuentra operativa, ya que fue desarmada para rehabilitarla, y pese a que han pasado varios meses aún no han dado respuesta.
Vecinos dijeron que urge darle utilidad a estas estructuras, pero claro está, primero deben estar en buenas condiciones.