El Rey David escribió el Salmo Tres cuando huyó de su hijo Avshalón (Absalón) quien se había rebelado porque su hermano Amnón había violado a su hermana Tamar. El pecado de David fue hacerse el “loco” ante tal percance (no supo castigar la afrenta) y huyó de Jerusalén. En esa batalla Absalón muere y David desconsolado lamenta la pérdida de su hijo. Los sabios ancestrales interpretaron el profundo dolor como un reflejo de su propio pecado.
¡Adonái, cuán numerosos son mis adversarios; muchos se alzan contra mí! Muchos dicen de mi alma: «¡No hay para él salvación de Dios, jamás!» Mas tú, Adonái, eres un escudo para mí, mi gloria, y aquel que levanta mi cabeza. Con mi voz llamo a Adonái, y el me responde desde su sagrada montaña siempre. Me acuesto y duermo (en paz); me despierto (en tranquilidad), pues Adonái me sostiene. No temo a las decenas de miles de personas que se han alineado a mi alrededor. Levántate, Adonái; sálvame, mi Dios, pues tú has golpeado a todos mis enemigos en la mejilla, has destrozado los dientes de los malvados. La salvación es de Adonái; venga tu bendición sobre tu pueblo por siempre.
Este Salmo se recomienda para protección contra adversidades, así como aliviar los dolores, especialmente de cabeza o de hombros. El versículo tres dice: “Mas tú, Adonái, eres un escudo para mí, mi gloria, y aquel que levanta mi cabeza” Cuando pronuncias “escudo”, “Y aquel que levanta mi cabeza” estás invocando protección contra las adversidades incluyendo el alivio de dolores. Es que Dios ofrece protección, honor y alivia la angustia. El acto se entiende como un símbolo de restauración y esperanza. Para aliviar los dolores de cabeza pronuncia «Pero tú, oh Jehová, eres escudo alrededor de mí, mi gloria y el que levanta mi cabeza».
El salmo cuando lo recites ten fe que te fortalecerá y confía en que Dios te cuidará y te dará alivio. La salvación viene de él. Medita: “escudo alrededor de mí” para sentir la presencia de Dios a tu alrededor y “el que levanta mi cabeza” para imaginar la restauración y alivio.
Termina el Salmo con la oración que sigue: «¡Señor, ¡cuántos son mis enemigos! ¡Cuántos se levantan contra mí! Pero tú, Señor, eres escudo alrededor de mí, mi gloria, el que levanta mi cabeza. No temeré, aunque me rodeen. Guíame en mi aflicción y concédeme alivio. Amén.»
Los nombres de Dios que aparecen en el Salmo Tres en hebreo son “Yahve” que pronunciamos Adonai, Señor o Jehová tal como aparecen en algunas versiones de la biblia.
Elohim es un nombre genérico, ya que también se usa para dioses paganos, ángeles, gobernantes y jueces.Pero cuandoElohim se usa para referirse al Creador, significa «el único Dios verdadero»; «el Fuerte».




