a noche preliminar de la 74ª edición de Miss Universo, celebrada el pasado 19 de noviembre en Bangkok, Tailandia, pasó a la historia no solo por el desfile de belleza y glamour, sino por un incidente que ha generado una ola de preocupación y solidaridad internacional.
El evento, que sirve como fase crucial para seleccionar a las 30 semifinalistas, se vio interrumpido por un momento de máxima tensión cuando la representante de Jamaica, Gabrielle Henry, sufrió una caída muy aparatosa del escenario, reseñó Hola.com.
La joven, de 28 años, quien es médica oftalmóloga, estaba haciendo su pasada en la ronda de traje de noche, una de las pruebas clave. La modelo, cuyo nombre completo es Gabrielle Alexis Henry, deslumbraba al público con un vestido largo y fluido en un tono naranja brillante, complementado con unos tacones altos.
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La escena ocurrió cuando la miss se preparaba para abandonar la tarima. Tropezó de forma inesperada, quizás por un paso en falso o, según las primeras hipótesis, a causa de un posible hueco en la tarima, y se precipitó al vacío, quedando fuera de la vista del público y asistentes.
El impacto fue inmediato y generó un silencio tenso entre los presentes. Miembros del equipo de producción corrieron hacia el lugar del accidente y el personal médico de emergencia se hizo cargo de la situación. La modelo tuvo que ser evacuada en camilla y trasladada de urgencia al Hospital Paolo Rangsit en Tailandia.
Versión inicial descartó lesiones vitales
Horas después del dramático suceso, la Organización Miss Universo Jamaica (MUJO) emitió un comunicado oficial intentando apaciguar la creciente preocupación. En él, informaban que la joven ya estaba en el hospital, donde «profesionales médicos la están atendiendo y han explicado que no está sufriendo ninguna lesión que ponga en peligro su vida«. Sin embargo, añadían que los doctores «continúan realizando pruebas para asegurar su completa recuperación». Un mensaje que, aunque tranquilizador en lo esencial, dejaba entrever la gravedad del golpe.
La organización hacía un primer llamamiento al público, pidiendo que «oren por ella y enviadle buenos deseos». El apoyo llegó también desde la cúpula del certamen. Raúl Rocha, el dueño de Miss Universo, se acercó al hospital para visitar a Gabrielle Henry. El empresario compartió posteriormente en sus redes sociales que, «gracias a Dios», la concursante no tenía «huesos rotos» y se encontraba bajo «buenos cuidados», cumpliendo con el protocolo estándar de recuperación y observación médica.
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No está tan bien como se esperaba
Tres días después del incidente, en lugar de un alta rápida, ha llegado una noticia que ha vuelto a encender las alarmas entre sus seguidores. El pasado viernes, 21 de noviembre, la organización Miss Universe Jamaica actualizó el estado de salud de Gabrielle Henry a través de su Instagram y mediante un comunicado enviado a la prensa.
Debido a su condición, el equipo médico ha determinado que la candidata deberá permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por un mínimo de siete días mientras «los doctores continúan su estrecha monitorización y cuidado especializado». Esta decisión subraya que la recuperación está siendo más lenta y compleja de lo que se hubiera deseado inicialmente.
En un gesto de profundo apoyo familiar, se ha confirmado que la hermana de Gabrielle, la Dra. Phylicia Henry-Samuels, y su madre, Maureen Henry, ya están con ella en Tailandia, proporcionándole el soporte emocional tan necesario en estos momentos.
Pedimento especial
La MUJO ha emitido un sentido y emotivo llamamiento a todos los compatriotas: han rogado a «los jamaicanos en casa y en toda la Diáspora que continúen manteniendo a Gabrielle en sus oraciones» durante este «tiempo profundamente difícil». Además, han animado a personas de todo el mundo a sumarse, «elevándola en amor, fuerza y esperanza«.
Conscientes de la velocidad y, a veces, la crueldad de las redes sociales, la organización ha incluido en su comunicado una firme y clara petición al público: «Pedimos respetuosamente al público y a los usuarios de las redes sociales que eviten compartir comentarios negativos, información errónea o especulaciones que puedan causar más angustia a la familia».
El comunicado enfatiza su prioridad absoluta: «Nuestro enfoque principal sigue siendo la recuperación de Gabrielle y el bienestar de sus seres queridos. Solicitamos amablemente compasión, sensibilidad y privacidad continuadas mientras la familia navega por este desafiante período». Unas palabras que resuenan con la necesidad de respeto en un momento de vulnerabilidad.
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