
La retinopatía diabética es una complicación ocular grave de la diabetes que afecta los vasos sanguíneos de la retina, la capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo. Esta enfermedad puede provocar desde visión borrosa hasta la pérdida total de la visión y es una de las principales causas de ceguera en adultos en edad productiva.
A nivel global, afecta a más del 30% de los pacientes con diabetes tipo 1 y tipo 2. Aunque no existen estadísticas oficiales recientes en Venezuela, se estima que la prevalencia de esta enfermedad en la población diabética oscila entre el 25% y el 40%. Se observa un mayor impacto en las zonas rurales, donde el acceso a medicamentos y a una alimentación adecuada es más difícil.

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La detección temprana es fundamental. “La retina es como una ventana al estado general de salud del paciente. Detectar cambios a tiempo puede evitar complicaciones irreversibles”, señaló la Dra. Marina Brea Noriega, oftalmóloga especialista en retina y vítreo del Servicio de Oftalmología del Grupo Médico Santa Paula (GMSP).
¿Qué es la retinopatía diabética y cuáles son sus síntomas?
“La retinopatía diabética es una enfermedad ocular causada por niveles elevados de glucosa en sangre que deterioran progresivamente los vasos sanguíneos de la retina”, explicó la doctora Susana de Curtis Martínez, oftalmóloga especialista en Retina Médica y Quirúrgica del GMSP. Añadió que, en etapas avanzadas, pueden aparecer nuevos vasos anormales que sangran, provocando hemorragias vítreas, desprendimiento de retina y, finalmente, ceguera.
“Los síntomas varían según el estadio en que se encuentre la retinopatía: pueden ir desde visión distorsionada hasta una pérdida visual severa”, afirmó la Dra. Brea Noriega. Ambas especialistas coinciden en que los síntomas de alerta a los que hay que prestar atención son: visión borrosa o fluctuante, manchas oscuras flotantes (moscas volantes), zonas oscuras en el campo visual y pérdida súbita o progresiva de visión. Sin embargo, en las etapas iniciales, la retinopatía suele ser asintomática. Los primeros signos a menudo pasan desapercibidos y solo son visibles a través de un examen de fondo de ojo.
Clasificación y diagnóstico

Las especialistas indicaron que la retinopatía diabética se clasifica en tres grandes grupos:
· Retinopatía diabética no proliferativa (leve, moderada, severa): Se caracteriza por la presencia de lesiones como microaneurismas, hemorragias y exudados, pero sin formación de nuevos vasos sanguíneos.
· Retinopatía diabética proliferativa (con o sin criterios de alto riesgo): Aparecen neovasos anormales que pueden sangrar y causar desprendimiento de retina, con un riesgo elevado de pérdida severa de visión. Ambas formas pueden presentar edema macular diabético.
· Retinopatía diabética avanzada, incluye desprendimiento de retina.
La Dra. de Curtis Martínez expresó que el diagnóstico se realiza a través de una evaluación clínica del fondo de ojo y estudios especializados como: Tomografía de Coherencia Óptica (OCT): examen no invasivo que utiliza ondas de luz para tomar imágenes transversales de la retina; y la Angiografía Fluoresceínica: examen que utiliza un colorante especial para mapear los vasos sanguíneos de la retina.
La retinóloga de Curtis Martínez expuso que, en casos de retinopatía diabética no proliferativa severa o proliferativa, se recomienda la cirugía de fotocoagulación con láser. “El objetivo es sellar las fugas vasculares y destruir las áreas de isquemia, reduciendo el riesgo de hemorragias y complicaciones graves. Los resultados son positivos en cuanto a la estabilización visual, aunque la mejora depende del estado de la enfermedad”. También menciona la Cirugía vítrea, que se usa en casos avanzados como hemorragias o desprendimiento de retina.
El tratamiento varía según el estadio de la enfermedad. Puede incluir: Control metabólico con apoyo de un endocrinólogo; Inyecciones intravítreas de antiangiogénicos, medicamentos que reducen la hinchazón y detienen el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales; Tratamiento con láser (fotocoagulación); Corticoesteroides y, Cirugía vitreorretinal, en casos avanzados.
Prevención y recomendaciones
La prevención de la retinopatía diabética comienza con un control riguroso de los niveles de glucosa en la sangre, colesterol y presión arterial, además de chequeos oftalmológicos regulares. Una alimentación balanceada y la actividad física regular también son cruciales, al igual que dejar de fumar.
Las especialistas recomiendan a todo paciente diabético realizarse un fondo de ojo al menos cada 6 meses, o en forma anual como mínimo.
Fuente: Comstat Rowland Comunicaciones Estratégicas Integrales