La conciencia, es un órgano rector que cada uno llevamos dentro, cargado de muchas reflexiones como un elemento de protección y nos aparta muchas veces de los peligros, con sanas recomendaciones como estas, por ejemplo, mira no abuses con esa moto a exceso de velocidad, no subas a ese poste, que la corriente es de alta tensión y te puedes electrocutar; no desees mal a otros por muy ofendido que te encuentres, trata a los demás como esperas que te traten, no maltrates a tu pareja delante de los niños, ya que eso lo aprenden ellos, y para el futuro será otro hogar infeliz.
De igual manera, no malgastes tu dinero en vicios innecesarios, tales como el consumo de licor o cigarrillos, ni probando suerte con juegos de azares o en carreras de caballos, y menos en sustancias psicotrópicas, que si no te ponen loco, te llevan a la muerte prematuramente.
También la conciencia nos recomienda lo siguiente: tratar de evitar discusiones con violencia verbal, la razón se demuestra hablando moderadamente, sin gritos, sin ofensas para que se puedan entender las partes, y hay que aceptar cuando no tenemos la razón, para no caer en consecuencias graves.
Tener conciencia es no ponerle calificativos a los demás, por ejemplo, que fulano es mafioso, tracalero y de paso mariachi, cosa rara sin cantar música mexicana. Precisamente, el consejo dice: no inventes nada a otros, ya que puede regresar y puede recaer en ti o en tus hijos que no tienen ninguna culpabilidad en la actuación y conducta de su progenitor.
A continuación viene la contraparte de la conciencia, que se califica como inconsciencia, donde algunos no comprendemos el por qué un país llevando el nombre de sociedad, la conciencia me hace comprender que lleva ese nombre porque todos sus hijos somos socios y, por lo tanto, gozamos los mismos derechos que tienen los que integran la junta directiva de una empresa en cualquier parte del planeta.
Bueno, la inconsciencia la notamos cuando alguien, para llevar la importancia de la congregación a la cual pertenece, llega a decir que la única verdadera es la iglesia donde él se congrega, otros dicen “ustedes son farsantes, porque adoran imágenes y muñecos”.
Las dos piezas fundamentales para enseñar el principio moral de la conciencia y la inconsciencia, son el padre y la madre, a través de los consejos y recomendaciones, y para que eso se logre con efectividad, no se debe permitir a ningún hijo tutear al padre o a la madre, porque es donde comienza una falta de respeto y el desacato a todo lo bueno que los viejos desean para ellos. No es aconsejable darles tantos gustos, porque como dicen en Barinas, la mucha miel empalaga, a comer que cigarrón atora, lo que es para mañana hay que corregirlo ahora, si no después llora.
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