
Erik y Lyle Menéndez, condenados en 1996 por el asesinato de sus padres en la ciudad de Beverly Hills, Estados Unidos, tendrán la oportunidad de solicitar la libertad condicional este 21 y 22 de agosto, luego de que sus audiencias fueran reprogramadas, según el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR), reseñó Diario Libre.
Los hermanos, quienes originalmente cumplían cadena perpetua sin derecho a libertad condicional, fueron resentenciados el pasado 13 de mayo a una pena de 50 años a cadena perpetua, lo que abrió la posibilidad de que soliciten su libertad anticipada.
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La audiencia, que en principio estaba pautada para el 13 de junio, fue aplazada para agosto. Durante esas sesiones se evaluará si los Menéndez cumplen con los criterios establecidos para obtener la libertad condicional, tras más de tres décadas en prisión.
El caso de los hermanos Menéndez, marcado por el brutal asesinato de sus padres en 1989, sigue siendo uno de los hechos más mediáticos en la historia judicial de Estados Unidos.
Han pasado 36 años
Este 20 de agosto se cumplen 36 años del sangriento asesinato del empresario musical de origen cubano José Menéndez y de su esposa Mary Louise (Kitty), un crimen que estremeció a Estados Unidos en 1989.
La noche del 20 de agosto, cuando los hermanos tenían 21 y 18 años, abrieron fuego a sangre fría contra sus padres mientras estos veían televisión en un mueble de la sala de su residencia.
José, recibió cuatro disparos con una escopeta Mossberg calibre 12, uno de ellos, desde cerca, en la parte de atrás de la cabeza, mientras que Kitty, periodista y exreina de belleza, recibió nueve impactos de bala, en la cara, en la cabeza y uno de ellos le mutiló varios de los dedos de las manos.
Tras la masacre, los hermanos simularon haber llegado a la casa minutos después, llamaron a la policía con un fingido estado de shock y afirmaron desconocer a los responsables. Sin embargo, su estilo de vida derrochador en los meses siguientes —autos de lujo, relojes caros y gastos millonarios— levantó las sospechas de las autoridades.
El juicio que siguió marcó un hito mediático. La defensa alegó que los jóvenes habían sido víctimas de años de abusos sexuales, físicos y emocionales a manos de su padre, lo que habría detonado la tragedia.
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La acusación, en cambio, sostuvo que el móvil era la fortuna familiar. Finalmente, en 1996, ambos fueron declarados culpables de asesinato en primer grado y condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Hoy, más de tres décadas después, el asesinato de José y Kitty Menéndez sigue siendo uno de los crímenes más recordados y debatidos en Estados Unidos, inspirando documentales, series televisivas y un sinfín de análisis sobre la familia, el poder y la violencia.