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lunes, agosto 18, 2025
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Otra Lorenzada…Cuando un sueño es bueno

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Siempre cuando nos guste algo bueno, soñamos y lo logramos, gracias a Dios, en mi poca capacidad de intelectual, lo creado ha calado en cuanto a mis Lorenzadas a través de nuestro diario Yaracuy al Día.

Antes de nacer este órgano informativo, ya mis inquietudes por dar a conocer la creatividad de mi mente, fueron reseñadas por los diarios y semanarios que para la época existían, tales como el Avance, El Yaracuyano y el Reportero, entre otros, donde tuve la suerte de encontrar la receptividad y amistad de una gama de personalidades muy recordadas por la colectividad yaracuyana, tales como Nicolás Ojeda Parra, José María Gil Gil (Che Gil), Oriol Parra, los hermanos Rafael y Matías Dudamel, “Monche” Rangel, Ricardo Proaño Brunis, Hilario Estanga, doctores Bartolomé Salom Olmeta, Bartolomé Lizarraga, Cruz Ramón Galíndez, Julio César Hernández, Rafael Zárraga, Fermín Silva Villanueva (El Panal), Hermes Iznaga, Salomón Escalona, Julián Martínez, Samuel Vaquero, Remberto Vaquero, Williams Ojeda García y su hermano (“Nene”), pero el mayor apoyo que he recibido para publicar lo he logrado en Yaracuy al Día.

Aprovecho para expresar mi agradecimiento desde su fundador, Carlos Pinto Domínguez (+), Carlos Pinto Acosta y por último Carlos José Pinto Escarrá, que en la actualidad representa la dinastía en este orden.

A continuación es para brindar a mis consecuentes seguidores, esos que en todas partes me informan que esto les gusta y les entretiene, hoy se trata de los galanes piroperos en los años 40, 50 y 60, pues al pasar un mujerón, con extraordinaria belleza, suspiraban y la piropeaban con diferentes expresiones como por ejemplo: hay Rosita quien fuera tuyo, pa’ que seas mía; hay Julia, que se te ve la pierna y no vi na’; adiós Chepa, tantas curvas y yo sin freno; Linda, sin un remolino es así, que me trague con to’ y ropa; Dios, qué pasará con las estrellas que se están cayendo del cielo.

A este le salió repuesta. Adiós mamita, eres idéntica a mi madre, y ella le contesta: “si es idéntica a mí, entonces es burdeleana, ya que ese es mi trabajo”. Mamita, si así es un huracán, no importa que me lleve; Sandrita, no me tortures más; hay papá, no soy yo, son tus muelas pica’ que te duelen; aparte de linda, eres guapa, “tú estás loco, ni que me vieras peleando siempre”.

Isabel, eres la oscura noche que me apasiona al recordarte, “mira Arcadio, vamos a respetarnos, no te metas con el color de mi piel, más negra será tú tía”. Adiós reina preciosa, por qué eres tan arisca, que más de eso serás tu con esos zarcillos y como te vistes. Esto hasta aquí llegó, perdonen lo malo, gracias, gracias y gracias.

Leer también: El defensor del ambiente

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