En la cuarta ciudad más grande de EE UU, Houston, más de un millón de personas continúan sin electricidad, días después del paso de la tormenta Beryl, poniendo en cuestión la fortaleza de la infraestructura básica de la ciudad y con el riesgo para la vida de personas por las altas temperaturas, reseñó la agencia EFE
En el foco de las críticas y los cuestionamientos está en la empresa CenterPoint Energy, una compañía privada de gas y energía, encargada de atender a casi toda la población de Houston.
El gobernador encargado de Texas, Dan Patrick, anunció este #11Julio en una rueda de prensa que el estado está ya «pidiendo una investigación» a CenterPoint.
Mientras luchan por recuperarse de los estragos de Beryl, que dejó ocho muertos y decenas de casas y edificios destruidos por las lluvias, los habitantes de Houston también están teniendo que lidiar con la falta de luz en medio un verano donde se han visto temperaturas de más de 40 grados centígrados.
Varias ONG están pidiendo donaciones de «agua, comida y generadores eléctricos» para poder atender las necesidades de los habitantes.
Gwen Jones, directora de Climate Conversation Brazoria County, una organización de justicia ambiental al sureste de Houston, informó en un comunicado que Bery dejó sin electricidad, sin celulares y con poca comunicación con los funcionarios del gobierno a los habitantes de su comunidad «Este huracán fue peor que cualquier cosa que haya visto en mi vida», señaló la activista.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, en inglés) emitió este #11Julio una alerta de calor en la ciudad, reconociendo que la falta de «aire acondicionado» empeorará el riesgo de insolación en la región.