
Un sábado en la mañana, muy temprano, mi amigo “Monche “Liscano se presenta en mi casa y solicita mi compañía en un viaje a realizar a Barquisimeto. El motivo era una entrevista con el arquitecto Fruto Vivas (el planificador del Parque El Dorado). “Monche” era alcalde de Guama. Acepto la invitación y visitamos en su peculiar casa al virtuoso arquitecto.
Después del cordial recibimiento, sentados en un acogedor y fresco recibo, se exterioriza el motivo de la visita. Nuestro alcalde, quería el concurso del doctor Fruto Vivas para la terminación del Parque El Dorado en Guama. No voy a tocar este tema, pues no es el fin del presente escrito. Sí, voy a narrar parte de lo que escuché en relación con nuestro río Guama.
En medio de una gran cordialidad, el arquitecto pregunta a nuestro alcalde por el río. El alcalde responde que el río está bien, y que hace poco con máquinas se había canalizado su cauce.
Fruto Vivas, sorprendido, responde: “No hagan eso, le quitan la poesía al río Guama”. Dicho esto, asume una actitud didáctica y, como un maestro en un salón de clase, expresa que siempre se ha opuesto a la canalización con máquinas de los ríos, pues es un procedimiento errado y dañino, y mirando a nuestro alcalde le dice: “Mire alcalde, a partir de El Buco construya de orilla a orilla del cauce gaviones hasta pasar el puente de la Panamericana.
Entre gavión y gavión, debe haber una distancia de doscientos metros. Al crecer el río, se rellenará la parte del cauce que los precede. Ocurrido esto, cada gavión sería una cascada, y al llegar el invierno, la fuerza que traen las aguas irá disminuyendo al caer en cada una de esas cascadas, y concluía, imagínese alcalde, ese río hermoso lleno de la poesía que le darán las múltiples cascadas que adornarán el cauce al oeste del pueblo”.
Concluyó diciendo que tal obra no costaría mucho dinero, pues la piedra de los gaviones estaba en el cauce del mismo río, y el tiempo de construcción sería breve y sería una fuente de trabajo para la comunidad.
El arquitecto culminó su exposición mirando a los ojos a nuestro alcalde, mientras le decía: “¡Devuelva la poesía al río Guama!”.
Una reflexión final, nada de lo expuesto se realizó. Dejó esta idea a quienes pretenden cargos de representación en nuestra comunidad a ver si se logra: ¡Devolver al río Guama su poesía!
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