
Al expresidente de Brasil Jair Bolsonaro se le ordenó usar un grillete en el tobillo, informó su oficina de prensa el viernes, reseñó Euronews.
El desarrollo ocurrió mientras la policía federal realizaba registros en su casa y en la sede de su partido en Brasilia, según personas familiarizadas con la orden judicial.
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Medios locales informaron que Bolsonaro también tiene prohibido usar las redes sociales o contactar a otras personas que están siendo investigadas por el Supremo Tribunal Federal, incluido su hijo Eduardo Bolsonaro, un legislador brasileño que actualmente vive en Estados Unidos y es conocido por sus estrechos vínculos con el presidente estadounidense Donald Trump.
Un comunicado de la policía indicó que los agentes en Brasilia ejecutaron «dos órdenes de búsqueda y captura, además de otras medidas cautelares distintas a la detención, en cumplimiento de una decisión de la Corte Suprema».
El comunicado no mencionó a Bolsonaro.
Bolsonaro está actualmente siendo juzgado en la Corte Suprema acusado de liderar un presunto intento de golpe de Estado para revertir las elecciones de 2022 en las que fue derrotado por el presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.
Imágenes aéreas en vivo de emisoras locales mostraron vehículos de la policía federal afuera de la residencia de Bolsonaro en Brasilia.
El congresista Sóstenes Cavalcante, líder del partido de Bolsonaro en la cámara baja, dijo a la agencia de noticias AP que los oficiales también registraron la oficina de Bolsonaro en la sede del partido.
Describió la operación como «otro capítulo en la persecución de conservadores y figuras de derecha» en Brasil.
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Un abogado de Bolsonaro no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
El martes, el fiscal general de Brasil, Paulo Gonet, dijo en un informe a la Corte Suprema que «la evidencia es clara: el acusado actuó sistemáticamente, durante todo su mandato y después de su derrota en las urnas, para incitar a la insurrección y a la desestabilización del estado democrático de derecho«.
Bolsonaro ha calificado el juicio a X como una «caza de brujas», haciéndose eco de un término utilizado por Trump cuando salió en defensa de su aliado sudamericano la semana pasada.
La semana pasada, Trump impuso un impuesto del 50% a las importaciones de Brasil, vinculando directamente los aranceles al juicio de Bolsonaro.
El presidente estadounidense recibió a Bolsonaro en su resort Mar-a-Lago en Florida cuando ambos estaban en el poder en 2020.