Familiares de los privados de libertad que permanecen recluidos en la Comandancia General de Policía de San Felipe, capital de Yaracuy, denunciaron a Yaracuy al Día que en el lugar hay al menos ocho casos de tuberculosis. Manifestaron que la situación los tiene muy preocupados, pues temen que el resto de los reos terminen contagiados, ya que todos permanecen en la llamada “población” de la sala de resguardo del centro preventivo.
“Los que están contagiados son jóvenes, y tanto ellos como el resto de los que están allí necesitan atención médica, y por eso hacemos un llamado a las autoridades de la comandancia, del Ministerio Público y Defensoría del Pueblo para que tomen cartas en el asunto”, indicaron.
No fueron precisos con el número de reclusos que permanecen en la comandancia, pero presumen que haya más de 800 hombres, entre ellos muchos adultos mayores que padecen de enfermedades crónicas.
Sumado a esto, detallan que los presos padecen por agua potable y para adquirirla tienen que pagar hasta 60 dólares a los que la venden para que les llenen un tanque de almacenamiento del vital líquido.
Por todas las irregularidades, dicen que requieren atención integral y que a los privados de libertad no les sean violados los derechos humanos.