Este martes se cumplen 21 años de los atentados del 11M, considerados el mayor ataque terrorista en la historia de España y el segundo más mortífero en Europa, solo superado por el atentado de Lockerbie en 1988, reseñó Cadena 3.
En la mañana del 11 de marzo de 2004, diez explosiones casi simultáneas impactaron cuatro trenes de cercanías en Madrid, causando la muerte de 193 personas y dejando alrededor de 2.000 heridos.
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Entre las 07:36 y las 07:40, tres trenes en la estación de Atocha, dos en El Pozo, uno en Santa Eugenia y cuatro en la calle Téllez fueron alcanzados por los explosivos.
La magnitud de la tragedia desató un caos sin precedentes en los hospitales de Madrid, que activaron el Plan de Catástrofes para atender a las víctimas. La Comunidad de Madrid emitió un llamado urgente a la población para donar sangre ante la avalancha de heridos.
Inicialmente, el gobierno de José María Aznar atribuyó los atentados a ETA. A media mañana, el ministro del Interior, Ángel Acebes, declaró que «en esta ocasión ETA ha conseguido su objetivo».
Sin embargo, horas más tarde, se encontró en Alcalá de Henares una furgoneta con siete detonadores y una cinta con versículos del Corán, lo que llevó a las autoridades a considerar la posibilidad de terrorismo islamista.
En la tarde del 11 de marzo, el diario británico Al Quds al Arabi recibió una carta en la que la Brigada Abu Hafs al Masri, vinculada a Al Qaeda, reivindicaba los atentados.
El 13 de marzo, la policía detuvo a cinco sospechosos: tres marroquíes y dos indios. Horas más tarde, se halló una cinta de video en la que un hombre marroquí, que se identificó como portavoz de Al Qaeda en Europa, reivindicaba el ataque.
Semanas después, el 3 de abril de 2004, siete de los terroristas responsables del atentado se atrincheraron en un piso de Leganés. Rodeados por un operativo del GEO, los extremistas se inmolaron, causando la muerte de un agente en la explosión.
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En 2007, la Audiencia Nacional condenó a 18 de los 28 acusados, confirmando la autoría de una célula islamista y descartando la participación de ETA en los atentados. Sin embargo, la gestión de la información en los días posteriores al ataque generó una de las crisis políticas más intensas en la democracia española, marcada por teorías de conspiración y desconfianza ciudadana.
Cada 11 de marzo, España recuerda a las víctimas del 11M con actos de homenaje en Madrid y otras ciudades del país. En la estación de Atocha, el Bosque del Recuerdo se mantiene como un símbolo de memoria y resiliencia.
