Locales comerciales con el cartel de «se alquila» abundan por toda la ciudad; actualmente existe una gran y amplia oferta, pero poca demanda, y esto se debe a múltiples factores, la mayoría de ellos económicos.
La realidad es que alquilar un establecimiento para formalizar un comercio no es lo más complicado del asunto, sino mantenerse a flote; el tema de la carga impositiva, costos de servicios básicos y hasta lo cuesta arriba del poder adquisitivo del ciudadano, genera que muchos piensen dos y hasta tres veces la posibilidad de arrendar un espacio.
Expertos y algunos emprendedores consultados afirmaron que muchos temen alquilar un establecimiento, porque no saben si pueden mantenerse en el tiempo. No en vano, muchos de los locales que hoy están en alquiler bajaron la santamaría debido a que los «números no le daba».
«No es solo alquiler, también hay que pagar los impuestos municipales, luz, agua, además del dinero que se requiere para invertir, no es algo fácil», comentó una emprendedora.
Los consultados coincidieron al decir que esto ha generado que muchos vuelvan o se mantengan en el negocio digital y, por ende, los locales estén disponibles. Agregaron que los costos de alquiler también golpean los bolsillos.
Hay que ofrecer facilidades
Ana María Rondón, corredora inmobiliaria, señaló que ante esta situación es primordial ofrecerle facilidades de pago a los comerciantes para que estos puedan alquilar.
Ella reconoció que existe mucha oferta, pero no tanta demanda, sin embargo, y le apuesta a que esto mejore, ya que en la región existen las ganas de crecer y emprender.
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Dijo que el tema de los arrendamientos está sectorizado, existen diversos precios, estos dependiendo de su ubicación, pero los principales son los que están en la Avenida Libertador, Av. Caracas, y la José Joaquín Veroes, la cual ha estado creciendo.
Rondón dijo que, a pesar de que la dinámica se ha estado un poco lenta, ella está convencida de que comience a moverse.
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