El economista Luis Oliveros asegura que el movimiento económico en Venezuela en 2024 se puede dividir en un antes y un después del 28 de julio. Manifestó que la economía pasó de un crecimiento sustancial de 8,5 %, en el primer semestre del año, que luego derivó en un incremento repentino de la tasa cambiaria paralela a la oficial.
Las afirmaciones de Oliveros fueron planteadas en el conversatorio «Perspectiva País 2024«, organizados por Medianálisis y el Centro Gumilla, que fue compartido en nota de prensa. La reunión fue moderada por Andrés Cañizález, director de Medianálisis, y Piero Trepiccione, subdirector del Centro Gumilla y transmitido por redes sociales.
Oliveros indicó que durante los primeros meses del 2024, se mantuvo el tipo de cambio fijo, con una variación baja, con respecto al paralelo, con una tasa de inflación también baja. Sin embargo, luego del 28 de julio, luego de la polémica y situaciones que se generaron en el país, generaron esta realidad al dispararse la demanda de divisas y la tasa del paralelo.
Hizo un paréntesis para señalar que en julio el Banco Central de Venezuela las intervenciones cambiarias estuvieron por el orden de los 1.000 millones de dólares, cifra que casi duplica a la de meses anteriores.
Después de los comicios estas intervenciones cayeron por debajo de la mitad, lo que ocasionó que el mercado se percatara que, con lo ocurrido en el país, se incrementó la prima de riesgo en el país, además del inicio de la época en la cual la demanda de divisas aumenta, pero el BCV bajó la inyección de dólares, justo cuando, por tradición los venezolanos requieren más dólares para sus transacciones.
En Venezuela las personas no siempre están felices de tener bolívares en el bolsillo, «por una cuestión de precedentes y de confianza», explicó. Con esto se infiere que las personas al tener bolívares busque cambiarlos a dólares.
Oliveros indicó que para «calmar la sed de dólares» que tienen los venezolanos en esta etapa del año, el BCV debería ofertar, por lo menos para lo que resta de octubre, noviembre y diciembre, una cifra similar a la ofertada en julio, sin embargo, el último mes la intervención no llega ni a 300 millones.
«La clave no es vender esos dólares a una tasa muy baja» si lo que quiere es absorber parte de la liquidez de bolívares que hay en la calle. Indicó que se ha visto como se ha ido deslizando la tasa cambiaria en los últimos días, señaló, que cree que el BCV debió haber actuado antes.
Oliveros considera que lo más probable es que en los próximos días siga creciendo la demanda de divisas, sobre todo teniendo en cuenta que la cantidad de bolívares circulantes también se incrementa. «Si no hay una oferta adecuada en el mercado cambiario formal, la gente recurrirá a los mercados informales”, alertó.
El economista cree que política de intervención cambiaria, que permitió estabilizar la economía y salir de la hiperinflación estable durante los primeros meses del año, debería ser revisada, teniendo en cuenta las situaciones que enfrenta el país, con problemas en los servicios y otras necesidades.
«Es momento de cambiar estrategias, pues el tema cambiario está afectando al sector comercial y a la economía. Una empresa que no accede a divisas del mercado formal y tiene que comprar al mercado informal, pero es obligado a vender a tasa del BCV no progresa. Entonces, en esta brecha pasan muchas cosas, por lo que esta brecha hay que acortarla», manifestó.
Estima que la brecha debe estar entre 3% a 4% o menos, pero lo que se ve es que hay lentitud en este ajuste. Lo que perjudica a que dinamice la economía, como ocurre siempre en esta época.
Para superar los problemas que están frenando a la economía, que se atiendan las necesidades del sector privado y que el BCV sea una institución independiente que se centre en «controlar la inflación”, subrayó.
Además, recomienda que se revise la legislación petrolera, debido a que el país es muy dependiente de los ingresos de este sector. Considera, como punto final, que para dar impulso al sector productivo, es necesario otorgar créditos bancarios.
